No lo sé. No sé qué me pasa contigo.
Eres la pregunta que no resuelvo pero también todas
las respuestas. Y no sé si me gustas más cuando vas entre signos de
interrogación o cuando eres la explicación a todo.
Otras veces quieres hacer la revolución pero hay
momentos en los que decides no ir a la batalla. Y tampoco sé si me gustas más
cuando abanderas mil y una causas o cuando te quedas en la trinchera.
Puedes ser verano o invierno a partes iguales; y me
siento igual de a gusto navegando en tu mar que derritiendo tu frío.
También el día y la noche. Y me encanta ver que el
sol sale por ti e igualmente que me cuentes las estrellas.
Traes la nostalgia y la alegría. Con la primera me
envuelvo en recuerdos; con la otra, me recreo en la felicidad como si el mundo
fuese a acabarse hoy. O mejor, mañana.
Hay días en los que me esperas y días en los que
tengo que ir a buscarte. Y me gustas de la misma manera en ambos casos porque
solo yo sé lo que se siente en el camino que lleva hacia ti.
Y a veces solo dejas pasar un minuto entre la locura
y la cordura; y yo me vuelvo loca. Y cuerda. Y otra vez loca.
Y eso es lo que me pasa. Que no sé qué me pasa
contigo.